Principio de incertidumbre

En penumbras, asustada.

La cordura se desvanece y las sombras se burlan de mi.
No las puedo ignorar, están aquí,

muy visibles…muy presentes.
Los amuletos están tan lejos que no me puedo refugiar allí.

Sólo puedo ir para atrás y así dejar de verlas,

pero si marcho hacia el pasado nunca podré saber por qué están.
De repente se ponen de colores,

y me llaman la atención.

Me hipnotizan como una niña frente a su juguete nuevo,

pero cuando se hace de noche ya dejan de brillar,

y vuelven a querer quebrarme.
Como lo hicieron varias veces:

en esos momentos donde menos las esperaba,

y yo ahí caí.

Pero hoy no,

por más que el principio de incertidumbre me quiera ahorcar,

y la ansiedad me exija,

la tranquilidad mental es más fuerte.
Sombras: pueden rodearme,

reirse de mi,

y querer que la ilusión sea un sufrimiento…

Pero gracias a lo vivido:

no me van a robar lo que aprendí hasta hoy.

Sea hoy el final,

o teniendo que encontrarlas

cada vez que el principio de incertidumbre aparezca.